EL HINDUISMO

 

Los orígenes:

La religión védica

El hinduismo contemporáneo se basa en la autoridad de escrituras muy antiguas, conocidas en conjunto como Veda. Su núcleo primitivo era el patrimonio religioso de los arios que invadieron el subcontinente indio hacia 1700 a.C. En sentido amplio, Veda es el corpus de la Revelación (Shruti, del sánscrito Shruti, escuchar), formulada por un dios a los sabios videntes o rishi. Otros textos de gran importancia en el hinduismo son los grandes poemas épicos Mahabharata y Ramayana y las recopilaciones de mitos religiosos de los Purana, que constituyen la Tradición (Smríti, del sánscrito smiri, recordar).

Sagradas Escrituras

En sentido estricto, los Veda son cuatro libros samhita (recopilación) escritos en gran parte en verso:

 

El Rig Veda, recopilación de himnos, algunos muy antiguos, transmitidos oralmente por los arios y probablemente anteriores a su invasión, aunque se pusieron por escrito a partir de 1000 a.C., y se compusieron los cuatro a lo largo de un dilatado período de tiempo;

 

El Yajur Veda, recopilación de fórmulas sacrificiales;

 

El Sama Veda, recopilación de melodías litúrgicas; y

 

El Atharva Veda, recopilación de fórmulas mágicas, algunas probablemente prearias.

  Además, hay otra serie de libros, tambien pertenecientes a los Veda:
  Los Brahmana, en prosa, con una minuciosa casuística de los ritos y sacrificios, los más antiguos datan de los siglos VIII-VI a.C;
  Los Aranyaka ("libros de la selva" el lugar de los ritos ascéticos y el apartamiento místico de la sociedad), en verso y prosa;
  Los Upanishad ("sentarse al lado", como expresión de la íntima relación entre maestro y discípulo), en verso y prosa o exclusivamente en verso, la parte más filosófica y especulativa de los Veda, presidida por el tema de la liberación del alma individual (atman) mediante su toma de conciencia de su identidad con el Absoluto (Brahma). Se  compusieron entre los siglos VII-VI a.C., poco antes de la vida de Buda.
La vida de un dvija  

En sentido amplio, la cuádruple división de los Veda se corresponde con las cuatro fases de la existencia de un dvija (nacido dos veces), varón ario perteneciente a una de las tres primeras varna o divisiones jerárquicas de la sociedad. A los diez años de edad se presenta el niño al maestro mediante el ritual del upanayana, en el que le ciñen con un cordón sagrado. Este rito de iniciación excluye a las mujeres y los miembros del cuarto Varna (los shudra); es el segundo nacimiento a que alude la palabra dvija.
Fases(ashrama) de su vida  
  1. Brahmacharin (discípulo, que estudia los Veda con un maestro y aprende el control de los sentidos);
  2.Grihastha (cabeza de familia, responsable de las ofrendas a los dioses y el culto doméstico);
  3.Vanaprastha (anacoreta, retirado al bosque con su esposa para meditar y cumplir con los deberes rituales); y
  4.Sannyasín (asceta, viviendo en soledad de las limosnas, sin ofrecer sacrificios, dedicado exclusivamente a la meditación).
Panteón en época védica El panteón ario de época védica presenta grandes analogías con el de otros pueblos indoeuropeos, como el iranio o el griego. Los dioses suelen ser expresión de fuerzas naturales como:
  1. Varuna (el griego Ouranos), el cielo que abarca todo,
  2. Vayu, el viento,
3. Surya, el sol,
  4. Ushas, la aurora.
  5. Pero el dios más importantes es Agni, el fuego (el romano ignis), al que se dedican la mayoría de los himnos védicos. Agní es el mediador entre los dioses y el hombre, ya que eleva al cielo las ofrendas de los sacrificios; protege la casa y es "miembro de la familia" como protagonista de los ritos principales: nacimiento, boda y cremación.
  6. Otro dios muy importante es Indra, con funciones y atributos semejantes a los de Zeus, cuya principal arma es el rayo. Personifica la atmósfera, dispensa la lluvia y regula los fenómenos meteorológicos, por lo que se le dedica gran número de himnos.
El sacrificio:  
El eje de la vida religiosa de época védica es el sacrificio.

Los dioses se hacían asequibles y no podían negarse a acceder a las peticiones del oficiante que, mediante una impecable ejecución, recitaba fórmulas sagradas y ofrendaba leche, mantequilla, cereales y carne a través del fuego sagrado. La ofrenda cotidiana de oblaciones sobre el altar doméstico y el mantenimiento del fuego sagrado eran obligaciones fundamentales del cabeza de familia.

Evolución del hinduismo: 'Dharma', 'Karma' y 'Samsara'
La religión védica emprende en el primer milenio antes de Cristo una transición gradual hacia los rasgos del hinduismo moderno o brahmanismo (por los brahmanes, sacerdotes, tan importantes en la sociedad védica). Algunos conceptos fundamentales acabaron imponiéndose con el paso del tiempo.
El brahmanismo:  
1. La noción de rita (orden cósmico ratificado por el sacrificio, expresión de una relación mecanicista do ut des entre los dioses y el hombre) se sustituye por la de dharma, la ley universal, con una connotación mayormente moral. Al dharma universal le corresponde otro personal (svadharma). El deber del hinduista consiste en asumir su propio destino individual, determinado por la pertenencia a una de las cuatro Varna que constituyen la jerarquía social, reflejo del orden cósmico y, en consecuencia, absolutamente inmodificable. Otros dos conceptos estrechamente relacionados son los de karma y samsara.
  2. El karma es la ley cósmica en virtud de la cual a cada acción del individuo corresponde una modificación de su destino personal: el cumplimiento del svadharma, comportarse según las reglas específicas del propio varna, evitar la ruptura del orden cósmico.
  3. Todo eso permite acumular méritos que garanticen una mejor existencia futura, un progreso en el ciclo infinito de reencarnaciones (samsara) al que están sometidos todos los seres, dioses incluidos.
4. Sólo se puede alcanzar la liberación suprema, el retorno al principio indiferenciado (Brahma) mediante una progresiva purificación de toda impureza kármíca en el curso de una interminable serie de reencarnaciones. El individuo está atrapado en la red de un orden social inmodificable que expresa el orden cósmico.
  5. El nacimiento en condiciones desfavorables (sexo femenino, casta inferior) lo causan las acciones de las vidas precedentes y sólo puede esperarse una reencarnación futura más favorable cumpliendo escrupulosamente con los deberes específicos de la condición actual.
Los tres conceptos de dharma, karma y samsara son los cimientos de un sistema de control social muy eficaz, capaz de haber permitido a la jerarquizada sociedad brahmánica resistir a lo largo de los siglos toda tentativa de subversión radical, tanto interna (budismo, jainismo) como externa (Islam, cristianismo).
  6. En correspondencia con dichos tres conceptos cardinales, se impone con mayor fuerza el de moksha (procedente del Upanishad), la liberación de la cadena sin fin de samsara mediante prácticas ascéticas y la realización de la identidad sustancial entre el principio individual y el absoluto indiferenciado del que los dioses no son sino aspectos ilusorios.
Esto realza la figura del sannyasin, el renunciante. En época védica era la condición del cabeza de familia en la última fase de su vida (cuando marchaba con su esposa para dedicarse a los ritos y la meditación en la selva), pero ahora es la condición permanente de los que buscan la liberación en vida.
  Este rasgo ascético y metafísico del pensamiento hinduista prepara el advenimiento del budismo, en cierto sentido una desviación herética nacida del mismo núcleo especulativo del brahmanismo, aunque rechaza la división en castas y la validez de los ritos.
Las castas: Una sociedad jerárquica:
El sistema de castas se codifica hacia el siglo V a.C. en el Manu Samhita (Recopilación de Manu), colección de leyes y normas de comportamiento del primer libro de la Smriti. La sociedad brahmánica se divide en cuatro Varna (-colores-, eco del encuentro entre los invasores arios de tez blanca con las poblaciones negroides del subcontinente).
  1. La clase superior son los brahmanes, a quienes está reservada la función sacerdotal.
  2. Luego vienen los kshatriya, reyes y guerreros;
  3. Los vaishya, comerciantes y agricultores, y, en el escalón más bajo,
  4. Los shudra, la clase de los que deben servir a las otras tres.
  5. Estas cuatro clases principales se subdividen en jati según el nacimiento y la ocupación hasta completar el cuadro del sistema de castas, que sigue teniendo un peso considerable, pese a estar abolido oficialmente.
  6. Fuera del sistema quedan los intocables, obligados a ocuparse de los menesteres más humildes e impuros como sepultureros o barrenderos. Ellos se llaman a si mismos Dalit y Ghandi los llamó Hariyan.
7. Otro concepto fundamental del hinduismo es la distinción entre pureza e impureza. Contraer la impureza (mediante contacto físico con un miembro de casta inferior o una mujer durante la menstruación o cualquier secreción corporal, según una casuística rígida y minuciosa) significa la marginación social y requiere una purificación mediante el agua u otras sustancias para retornar al estado de pureza. El papel fundamental del agua lleva a la sacralización de los ríos, estanques y lugares vinculados a ellos, convertidos a menudo en metas de peregrinación.
La tríada sagrada: Brahma, Vishnu y Shiva
En el panteón védico se impone una tríada suprema formada por los dioses Brahma, Vishnu y Shiva, respectivamente creador, conservador y destructor-renovador del universo. En época medieval Brahma cedió su puesto a Vishnu y Shiva en la devoción popular. El culto a Vishnu concede gran importancia a los avatara, manifestaciones del dios en forma sobrenatural o humana, entre las que la más popular es Krishna.
  Un gran número de divinidades masculinas y femeninas menores, semidioses, héroes, ascetas y guerreros, a menudo unidos por complicados vínculos de parentesco, protagonizan los relatos mitológicos y cosmogónicos recopilados en los Purana (siglos II-III) y los grandes poemas épicos Mahabharata y Ramayana.
Otros Dioses: Entre las divinidades que gozan de mayor devoción popular destacan:
  Ganesha, el dios con cabeza de elefante que augura el éxito en cualquier empresa;
  Hanuman, el dios-mono que ayuda a Rama (encarnación de Vishnu) a recuperar a su esposa Sita;
  Karttikeya, dios guerrero hijo de Shiva, llamado Skanda en el norte y Subrahmanya en el sur.
  Entre las divinidades femeninas se adora especialmente a Durga, consorte de Shiva, en sus numerosos aspectos benéficos o maléficos como Parvatí, Kali, Annapurna Chamunda y la diosa madre Shakti.
  Saraswati esposa de Brahma, diosa de la sabiduría.
  Lakshmi esposa de Vishnú, diosa de la riqueza.
Hinduismo, hoy: El hinduismo en la sociedad contemporánea:
El hinduismo sigue siendo una realidad viva, sólo parcialmente modificada por el impacto de la modernidad, cuyos efectos más visibles se han dejado sentir en el sistema de castas, diluido más por el proceso de urbanización que por ninguna ley. En las grandes ciudades resulta difícil conservar la pureza evitando el contacto con miembros de las castas inferiores. Por ejemplo, un brahmán de casta superior puede verse obligado a trabajar en una oficina o una fábrica (ya que la casta viene determinada por el nacimiento y no por el nivel económico; de hecho entre los brahmanes, se registra una elevada tasa de desempleo intelectual) junto a un intocable. Otra manera de comprobar el arraigo del sistema de castas es echar una ojeada a los anuncios matrimoniales de los periódicos: siempre se específica la casta a la que se pertenece y la que debe tener el futuro cónyuge. En las zonas rurales, más refractarias a cualquier cambio, puede decirse que la situación ha experimentado pocos cambios desde tiempo inmemorial.
En el medio rural (aunque no sólo en él), la tradición de entregar una cuantiosa dote por la esposa (a menudo poco más que una niña) a la familia del esposo origina auténticas tragedias, con familias reducidas (literalmente) por las deudas contraídas con los usureros para poder pagar la dote. El nacimiento de una hija se considera una maldición y la condición femenina (desde época védica subordinada a la masculina e inadecuada para alcanzar la liberación espiritual) es, como mínimo, dramática en las zonas más atrasadas culturalmente, que incluyen la periferia de las grandes ciudades a raíz del éxodo rural. Por ejemplo, la sati (suicidio de la viuda a la muerte del marido) se prohibió hace siglo y medio, pero en algunos ambientes la viuda se ve condenada al ostracismo y, al no disponer de recursos, abocada al suicidio o la prostitución.
  Las numerosas divinidades de los 3.000 años de historia del hinduismo son objeto de un fervoroso culto popular. Los ciclos mitológicos se han popularizado gracias al cine y la televisión. En los años ochenta, la retransmisión televisiva de la primera serie del Mahabharata en horario de mañana tuvo tal éxito que provocó el cierre de las oficinas.
En casi todas las casas hinduistas hay un altar donde se ofrenda puja a los dioses: manteca clarificada (ghi), leche, flores e incienso. En los templos ofician la puja los sacerdotes pujári, que recitan fórmulas de los Veda en sánscrito y asperjan la estatua con agua, leche y polvo de sándalo, mientras que los fieles la rodean y contemplan desde lejos (darshana). Luego se distribuye entre los fieles el prasad, las "sobras" benditas de las ofrendas a los dioses. Los pujari se ocupan también del servicio al dios, dándole de comer, lavándolo y vistiéndolo simbólicamente todos los días.
  A menudo los devotos, sobre todo en los lugares de peregrinación, entonan a coro cánticos sagrados con acompañamiento de tambores y címbalos. Se trata de los bhajan y kirtan, algunos con letra de grandes poetas místicos del pasado como Tulsí Das. Kabir o Mira Bai.
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