Los elementos esenciales del templo nagara son el santuario interior (garbhagriha), una sala cuadrangular pequeña, oscura y sin apenas decoración que contiene la imagen (murti) de la divinidad; y el shikhara (pináculo), una alta torre curvilínea que tal vez imitara en piedra la cubierta de caña de bambú del altar védico. En las demás salas del templo, dedicadas a funciones rituales, hay otros shikhara de menores dimensiones. El templo con shikhara alcanzó su máxima expresión en el siglo XII. La construcción de un templo conllevaba una complicada serie de cálculos matemáticos, astronómicos y astrológicos. Así, la planta del edificio es el desarrollo de un mandala, complejo diagrama de círculos y cuadrados a modo de mapa del universo, las energías que lo recorren, las jerarquías espirituales y su relación con el ser humano. Un "psicocosmograma", en palabras del orientalista Giuseppe Tucci.
La estatua del dios (a menudo un lingam) se coloca en el centro del mandala. La dialéctica de los contrarios queda representada por sala interior del santuario, símbolo del dios en su forma absoluta, incognoscible, indescriptible, punto germinal (bindu) de potencia infinita, y por otra parte su "cuerpo" exterior geométrico y figurativo, el mundo de las apariencias múltiples, lleno de figuras humanas, sobrenaturales y divinas.
El shikhara es la representación simbólica de la morada de los dioses, el monte Meru, la montaña sagrada que es el punto central del universo.
1.-Maurya (siglos IV-II a.C.)
Fue un período de prosperidad y unificación del norte de la lndia, con gran desarrollo del arte budista, fomentado por el emperador Ashoka. Éste ordenó levantar en lugares muy distantes de su extenso reino una serie de pilastras donde se esculpían sus edictos, por lo general exhortaciones morales de inspiración budista. Las pilastras son de piedra pulimentada con capiteles de figuras animales, especialmente leones y toros. En los museos de Mathura, Sarnath, Patna y Calcuta pueden verse estatuas de yakshiyyaksha que fijan el modelo de figura humana desarrollado en épocas posteriores.
2.-Shunga (Siglos II-I a.C.)
Se produce un gran desarrollo del arte budista, culminado en las grandes stupas de Sanch¡ y Bharhut. Las balaustradas se decoran con episodios de las vidas de Buda (jataka) y otros diversos motivos. Las grandes figuras humanas perfeccionan el estilo severo e imponente de la época Maurya y desarrollan los motivos tomados del reino vegetal más o menos estilizados y el estudio de los adornos. Los ciclos dedicados a Buda denotan una gran espontaneidad y facilidad narrativa y elevan al rango de protagonistas ciertos elementos hasta entonces meramente decorativos (animales y criaturas sobrenaturales).
3.-Kushana (Siglos I-III)
El arte de esta época presentados grandes escuelas: la de Mathura, ciudad a orillas del Yamuna, y la de Gandhara, en la región noroeste del imperio, actualmente territorio de Afganistán y Pakistán. La escuela de Mathura se distingue por el empleo de una variedad de arenisca jaspeada como material de construcción. Continúa la tradición Shunga y alcanza una notable madurez artística. Las figuras de yakshi y yaksha adquieren gran plasticidad y dinamismo y una sensualidad intensa y vital. Un tema frecuente, con resultados de gran espontaneidad, es el dohada (madre con niño). Adquiere gran Importancia la representación de la imagen de Buda, anteriormente realizada de modo simbólico según las enseñanzas del Iluminado. Las estatuas de Buda de Mathura poseen un gran vigor expresivo y presentan los elementos simbólicos (largas orejas, protuberancia en lo alto de la cabeza, etc.), que constituirán el canon iconográfico de los siglos posteriores. La escuela de Gandhara acusa una marcada influencia griega, gracias a los artistas establecidos en la región a raíz de las conquistas griegas del siglo IV a.C. Es un arte de inspiración predominantemente budista, en el que los detalles hablan de la extraordinaria pericia técnica de los artistas. El cuidado puesto en los ropajes, el estudio del rostro humano, los detalles anatómicos de Buda en actitud ascética, muestran una tendencia realista insólita en la India, un “exotismo” sin continuadores en la evolución posterior del arte indio.
4.-Gupta (Siglos IV-VI)
Es la época clásica del arte indio, con gran florecimiento cultural en ciencias, artes, poesía, teatro y música. En el aspecto religioso, se afirma el budismo mahayana, necesitado de un soporte iconográfico cada vez mas variado para las prácticas devocionales. El renacimiento del brahmanismo se manifiesta en la construcción de los primeros templos de piedra. El refinamiento cultural de la época se refleja en la estatuaria, que lleva a la perfección las conquistas de épocas anteriores en una insuperable síntesis de gracia, solemnidad y vigor expresivo, como puede apreciarse en la imágenes de Buda de Sarnath y Mathura y los relieves hinduistas del siglo V en el templo de Deogarh, Uttar Pradesh. El arte Gupta influirá mucho en regiones tan lejanas como Birmania, Sri Lanka, Indochina, Indonesia y Asia central.
5.-Pala (Siglos VIII-XII)
La dinastía Pala reinó largo tiempo en el noreste de la India y fomentó el arte budista en grandes focos culturales como el de Nalanda, en Bihar. El arte pala lleva al extremo el refinamiento del arte gupta. Las figuras se hacen más esbeltas y se cuida más el detalle de los adornos, tendencia común al arte medieval en toda la India. La escasez de piedra de buena calidad en Bengala motivó el trabajo en terracota, estuco (Nalanda) y diversas aleaciones metálicas. El arte pala ejerció una influencia determinante en el arte nepalí.
6.-Gurjara-Pratihara (Siglos IX-X)
Los Pratihara, descendientes de la tribu centroasiática de los Gurjara, fundaron un extenso reino que ejerció una profunda influencia cultural en todo el norte de la India. Su arte se distingue por el exquisito labrado de la piedra, la sensualidad de los cuerpos y el cuidado minucioso de los detalles. Los rostros de las esculturas presentan ojos alargados con cejas de línea elegante que subrayan la expresividad. El arte Pratihara influyó en las estatuas de Mount Abu.
7.-Candela (Siglos X-XIII)
La máxima expresión del arte candela es el conjunto de templos de Khajuraho, donde se funden arquitectura y escultura en una simbiosis perfecta. El estilo es muy decorativo y concede gran importancia a los detalles ornamentales, con figuras humanas de gran vitalidad y energía. En las fachadas de los templos puede contemplarse la gracia y armonía del amplio repertorio de movimientos, gestos y posturas simbólicas de las esculturas, que indica un profundo estudio de la danza.
8.-Sultanato de Delhi (Siglos XIII-XIV)
La afirmación del dominio musulmán da comienzo al proceso de fusión de dos concepciones artísticas tan divergentes como la islámica y la hinduista. Los primeros invasores musulmanes destruyeron gran número de templos hinduistas, jainíes y budistas, poblados de imágenes antropomorfas en abierta contradicción con el rigor anicónico del islam. Pero los materiales se reutilizaron en mezquitas y palacios, pues la decoración geométrica y floral era compatible con los preceptos de la ley islámica. Así pues, al principio el arte indoislámico tuvo más de yuxtaposición que de síntesis de elementos heterogéneos, ya que sólo se reciclaban aquellos materiales que servían para mezquitas y palacios (pueden servir como ejemplo, las mezquitas Quwwat al-lslam de Delhi, y Arhai Din ka Jhonpra de Ajmer). Las construcciones de esta época acusan la influencia centroasiática seléucida, edificios sobrios y grandes, con algunos elementos indios como las pilastras de los templos jainíes e hinduistas. El empleo progresivo de canteros indios tomó cuerpo en la paulatina integración de elementos indios e islámicos y cuajó en un estilo original que culminará en el arte mogol.
9.-Mogol (Siglos XVI-XVIII)
La síntesis de elementos indios e islámicos que fue perfeccionándose durante el siglo XV (época Lodi) se realizó bajo la dinastía Mogol, en particular a partir de Akbar. Los edificios austeros y geométricos de la arquitectura islámica van incorporando el gusto decorativo exuberante de los artistas indios (pabellones, balaustradas, ménsulas, galerías, ventanas caladas), en una multiplicación de líneas y planos de gran armonía. En tiempos de Akbar se empleó arenisca roja, pero después se impuso el mármol blanco con resultados de gran elegancia como el Taj Mahal, monumento-símbolo de la India islámica.
En este periodo se desarrolló mucho la miniatura, a la que eran muy aficionados los emperadores mogol. La miniatura mogol evolucionó a partir del modelo persa y se distingue por el trazo elegante, el delicado uso del color y cierta tendencia al realismo (derivada en parte de modelos europeos) en el retrato de personajes y escenas de corte y la flora y fauna del subcontinente indio (en especial en tiempos de Jahangir).
10.-Rajput (Siglos XVI-XIX)
Podría decirse que el arte de las cortes de los príncipes Rajput es un reflejo del mogol. Los príncipes Rajput eran tradicionalmente adversarios de los musulmanes, hasta que Akbar inició con ellos una inteligente política de alianzas matrimoniales y concesión de importantes cargos militares y administrativos. Los príncipes Rajput quedaron impresionados por las espléndidas realizaciones de la arquitectura islámica y crearon en los palacios-fortaleza de Rajasthan una síntesis de elementos hinduistas y musulmanes de impronta mogol, con un predominio de la exuberancia que manifiesta tanto la capacidad de los artistas como el gusto suntuoso de los príncipes. En los grandes principados del Rajastán surgieron interesantes escuelas de miniatura (Bikaner, Malwa, Jodhpur y Mewar), que trataron una gran variedad de temas religiosos (episodios de la vida de Krishna y sus amoríos con las gopi), folclóricos y musicales. Los raga quedan personificados en figuras masculinas y femeninas (ragini), representadas según las características de cada uno de ellos (estación del año y momento del día o de la noche en que se interpretan, estado de ánimo que evocan). Un rasgo distintivo de las miniaturas rajput es su intensidad cromática, en particular los de la escuela parí (montañesa) de los principados de Kangra y Basohli, en el Panjab. Las figuras suelen estar estilizadas e insertas en un medio natural muy evocador sobre fondos de color.
1.-Satavahana (Siglo II Ac a siglo III dC)
Los Satavahana (Andhra en los Purana de época védica, origen de Andhra Pradesh, región de los Andhra) crearon en Decán un imperio que llegaba desde el mar de Omán hasta el golfo de Bengala. Durante el largo reinado de la dinastía se opera la transición del arte budista de una primera fase anicónica, en la que sólo se representa a Buda mediante símbolos, a la libre representación del Iluminado y las escenas de su vida. La escuela de Amaravati, una de las capitales del reino, desarrolló un estilo escultórico muy plástico, evolucionado del elegante y estilizado arte Shunga, con figuras enérgicas y vigorosas que influirán en el desarrollo posterior del arte dravídico.
2.-Vakataka (Siglos III-VI)
La decadencia de los Andhra de Dekkan dio paso a diversas dinastías locales entre las que destacó la dinastía de los Vakataka de Berar a partir del 300. La alianza con la poderosa dinastía Gupta, a fines del siglo IV (Rudrasena II se casó Con Prabhavati, hija de Chandragupta II), permitió la difusión del arte del norte por todo el Dekkan y los territorios dravídicos del sur. Entre sus mayores realizaciones se cuentan las creaciones rupestres de Ajanta y Elephanta en elDekkan occidental.
3.-Pallava (Siglos VI-IX)
Los soberanos Kanchipuram reinaron sobre un extenso territorio que incluía el actual Tamil Nadu. En ese tiempo se forjan los futuros desarrollos del templo dravídico (vimana, gopura, etc.). La escultura forma parte integral de los templos, inspirada en la mitología hinduista, capaz de exponer con gran economía de medios las escenas de la vida cotidiana (relieves rupestres de Mallapuram.
4.-Chalukya Occidentales (Siglos VI-VIII)
Los Chalukya Occidentales o primeros Chalukya reinaron sobre el Decán y la región de Andhra y alcanzaron su apogeo en la primera mitad del siglo VII. Sus mayores realizaciones son los templos de Badami, Aihole y Pattadakal (Karnataka), los primeros no excavados en la roca, influenciados por el estilo Nagar más que por el dravídico. La escultura se distingue por las líneas nítidas y las formas elegantes e influirá mucho en el desarrollo artístico de la región.
5.-Rashtrakuta (Siglos VIII-X)
Hereda el imperio y el arte de los anteriores, una de sus obras maestras es el templo monolítico de Kailasa en Ellora, enteramente excavado en la roca. Puede considerarse como la culminación del arte rupestre indio.
6.-Chola (Siglos IX-XIII)
Los Chola de Thanvajur fueron grandes guerreros y constructores de imponentes obras arquitectónicas. En los grandes templos de Shiva alcanzan gran altura los vimana y se observa una profusa decoración escultórica. Destaca la estatuaria en bronce, muy cuidadosa de los detalles y la composición, especialmente visible en las representaciones de Shiva Nataraja, el venerado "rey de la danza".
7.-Hoysala (Siglos XII-XIV)
Esta dinastía lleva al extremo la tendencia decorativa del arte chalukya, con un gusto particular por el ornato exuberante, el contraste entre luz y sombra, los juegos de perspectivas y el minucioso cuidado por los detalles escultóricos.
8.-Vijayanagara (Siglos XIV-XVI)
Periodo de culminación del templo dravídico, que alcanza dimensiones de pequeña ciudad autónoma: vimanas menores, grandes gopuras y torreones de entrada recubiertos de estatuas de dioses, santos y héroes del hinduismo.
9.-Nayak (Siglos XVI-XVII)
Desarrollo del arte del periodo anterior, llevando al extremo la profusión escultórica y la riqueza ornamental. La arquitectura civil acusa la influencia islámica de los sultanatos del Decán.