La idea era ver la puesta de sol desde las afueras de la Carcassonne de l'Inde, Jaisalmer, para ver como se ocultaba por detrás de la fortaleza. Ya que la carretera por la que avanzábamos a través del desierto es una línea recta perfecta trazada de este a oeste. Sin embargo cuando el sol decide ponerse, lo hace sin preguntar si nos parece bien, o no. El sitio elegido por Surya (el dios sol hinduista con bigotito) de todas formas resultó perfecto, aunque no sus consecuencias, como veremos en la siguiente página web.

Raguh redujo la velocidad y salió de la carretera a unos 100 metros de una colina. El suelo, visto desde la carretera, aparentaba ser duro con matorrales, especialmente cardos, y muchas pequeñas piedras. No nos habíamos alejado del asfalto ni treinta metros cuando el autobús se paró.

Salimos todos sin percatarnos de la gravedad del suceso en dirección a la colina mientras Raguh y Shankar se quedaban en el autobús intentando volverlo a la zona asfaltada. La escena del sol ocultándose tras la colina era nuestro único objetivo. La mayoría en pos del sol se dirigió hasta la loma, mientras otros estábamos extasiados con el horizonte que espontáneamente había quedado.

Tanto los de allí como los de acá nos pusimos a disparar nuestras cámaras jugueteando con la zona fotométricamente sensible del visor. Los resultados son los que se pueden observar en la página.

Es curioso el notable cambio que se observa metiendo y sacando el sol de la zona de captación de luminosidad.

También lo es el aumento de luminosidad del cielo al desaparecer el sol tras la colina.

Son increíbles las fotos de Raquel, Marta y Rosa con el cráneo del bóvido y la de la florecilla silvestre con la escasa luz existente.