2ª ETAPA: EN LOS MONTES ARAVALLI CON SUS LAGOS (DÍA 15)
Día 15.- Jueves 14 de Agosto: Mount Abu-Ranakpur-Jodhpur (264 Km., todo el día autobusando y visitando)
Por la mañana hacia Jodhpur, en ruta visitaremos los maravillosos y exquisitos templos Jainistas de Ranakpur, de los mejores de la India. La ciudad se llama así en honor a Rana Kumbha, el legendario rey guerrero de Udaipur. El complejo de Templos Jainistas de Ranakpur fue edificado durante su reinado. El templo mas importante se conoce como Chaumukh o templo de las cuatro caras, dedicado a Adinath. El complejo contiene también casas y otros tres templos incluyendo el dedicado al Dios Sol (Surya Narayan), el Parsvanatha, y el de Neminath, que merecen visitarse.
TEMPLO DE ADINATH, de chaumukh, o de los cuatro rostros, o de las cuatro aperturas: En el corazón del bosque, a 170 Km. al noreste de Mount Abu, se alza el gigantesco templo de Adinath en Ranakpur, construido en el siglo XV. Es el templo jainista más grande y más complejo de India. Está realizado en dos o tres niveles y tiene veintinueve salas que se extienden sobre una superficie de 4.300 metros cuadrados. Sus bóvedas y agujas reposan sobre 420 columnas talladas. El techo está rodeado por un parapeto almenado de mármol y es la base de un segundo nivel, sobre el que se levantan pórticos, cúpulas y shikhara. El templo fue construido por un rico mercader jainista, Dharnak Shah. Según la leyenda, Dharnak Shah soñó una noche con un vehículo celestial. Hechizado por esta visión, prometió hacerla realidad e invitó a los mejores arquitectos de India a presentar sus proyectos. Finalmente, un escultor llamado Depak presentó un proyecto que captaba a la perfección la visión de Dharnak Shah. La construcción del santuario principal se prolongó por espacio de cincuenta años.
DISEÑO: Este templo es uno de los cinco santos lugares jainistas. Su estructura es tan complicada y su tamaño tan abrumador que despierta el asombro de quienes lo visitan. A medida que uno recorre sus salas, la estructura del edificio se revela gradualmente. El edificio presenta una forma inusual, en relación con otros templos indios, al rechazar la tradicional planta longitudinal en favor de una planta cruciforme, con cuatro entradas independientes en
cada uno de sus lados. Cada una de estas entradas conduce, a través de una serie de salas de columnas, hasta el patio central y el santuario cruciforme, con su imagen de Adinath, de cuatro caras. El templo está rodeado de capillas dispuestas en hilera (ochenta y seis en total) y coronado por veinte cúpulas y cinco agujas. La mejor vista del templo se ofrece en la planta superior, desde donde puede admirarse el conjunto, sus salas y sus columnas. La soberbia cúpula central está sostenida por doce ménsulas con figuras de dioses, y presenta el motivo habitual del loto que se abre hacia abajo. Una trampilla lleva por un pasillo tortuoso hasta una estrecha sala subterránea, donde se refugiaban los monjes con sus manuscritos durante las persecuciones de los mogoles. Puede visitarse en compañía de un monje, es un poco claustofóbico.
TALLAS EN PIEDRA: El Templo de Adinath destaca ante todo por sus tallas, tan complicadas como una labor de encaje. Los paneles del techo están decorados con diseños geométricos y volutas; las cúpulas están embellecidas con frisos concéntricos y mocárabes; las ménsulas que sustentan las bóvedas están decoradas con diosas bailando, que incluyen detalles eróticos parecidos a los de Khajuraho. Cada una de las columnas presenta un diseño diferente, de manera que resulta imposible encontrar dos iguales. Una de las columnas situadas frente al santuario posee un pequeño panel que representa a un hombre con las manos unidas. Se trata supuestamente de Dharnak Shah, el mercader que mandó construir este templo, acompañado de Depak, su escultor y arquitecto. El templo destaca asimismo por su complejidad espacial. Las mandapas (o salas de columnas que rodean el santuario) y las columnatas circundantes se abren a intervalos regulares creando grandes espacios octogonales de dos o tres pisos, decorados con cúpulas sobre ménsulas y exquisitos balcones. Todos los expertos han alabado unánimemente el diseño de este templo, Fischer habló en cierta ocasión de las "interminables vistas de columnas, interrumpidas a intervalos regulares por patios abiertos; todas las salas decoradas con complejísimas tallas, y el conjunto iluminado por una luz que asciende desde el suelo a las columnas, y de éstas al techo, penetrando en todas partes". En el patio del templo se alza un árbol plantado hace cuatrocientos años.
OTROS TEMPLOS: En los alrededores se encuentran otros dos templos interesantes: un templo jainista, el de Parsvanath, construido en el siglo XV, que destaca especialmente por sus ventanas de piedra caladas; y otro templo hindú, el de Surya de la misma época. Ranakpur debe su nombre a Rana Kumbha, a quien Dharnak Shah se dirigió, cuando tuvo su visión de este gran templo, para pedirle un terreno adecuado. Rana Kumbha aceptó con la condición de que el templo llevase su nombre.
PARSHVANATH: Según una leyenda jainí, el príncipe Parshva salvó en cierta ocasión a una serpiente, que estaba a punto de morir a manos del malvado Kamatha. Años más tarde, Kamatha renació como un ser celestial, tras haber expiado sus pecados, y al ver al joven Parshva absorto en meditación, desencadenó una tormenta para asesinarle.
Pese a que la ferocidad de las aguas amenazaba con ahogarle, Parshva continuó meditando serenamente. La serpiente a la que salvara la vida años atrás, reencarnada en el Señor de las serpientes, acudió en su ayuda. Enroscó su cuerpo debajo del de Parshva y lo elevó sobre las aguas.
LUZ y SOMBRA: El templo de Ranakpur se sustenta sobre un bosque de 1.444 columnas talladas. Uno de sus rasgos más notables es el maravilloso juego de luces y sombras que producen los rayos del sol sobre las columnas a distintas horas del día.
LA RENUNCIA DE NEMINATH: Nemi, uno de los grandes tirthankaras jainíes, se dirigía a caballo a su boda cuando oyó los aullidos de los animales que estaban siendo sacrificados para el banquete nupcial. Profundamente entristecido, Nemi renunció al mundo y, tras abandonar a su futura esposa, vivió el resto de sus días como un asceta.
SANTUARIOS DE RANAKPUR: En el recodo de un río pedregoso, encerrado entre las boscosas montañas de Aravalli, se encuentra el lugar sagrado de Ranakpur. Dharnak Shah, ministro del Rana de Mewar, pidió permiso para construir allí un templo jainista. El Rana deseaba construir una pequeña ciudad junto al templo. Fue así como nació este asentamiento en la ladera oeste de las colinas, que recibió el nombre de Ranakpur en honor del Rana. Actualmente no hay nada en este lugar apartado de todo excepto un pequeño puesto de chai y un bungalow turístico de RTDC. Durante el siglo XV se construyeron varios templos en el lugar, cuatro de los cuales aún sobreviven. Uno de ellos, el Templo del Sol, se atribuye a Rana Kumba. El Templo Chamukh (con cuatro entradas) de Adinath, cuya construcción concluyó en 1439, es el mas impresionante de los tres templos jainistas, y constituye un auténtico himno de piedra y mármol.
TECHO: No se conoce con exactitud el momento en que la ciudad de Ranakpur fue abandonada después de que los mogoles profanasen los templos. Las ruinas del templo de Adinath se convirtieron en refugio de animales salvajes. A finales del siglo XIX, el lugar fue limpiado y fortificado. La restauración del templo le fue confiada a los descendientes de Depak, el arquitecto que concibió este gran proyecto. La familia de Depak había continuado practicando el arte de la construcción de templos durante siglos y sólo un ojo experto es capaz de captar la diferencia entre los elementos originales y los añadidos posteriores a la hora de reconstruir los techos y las columnas.
A partir de aquí y en llegando a Pali, ya en la carretera principal hacia Jodhpur, nos encontraremos en la zona donde viven los Bishnoi, pueblo que hay que conocer. SE PODRÍA ORGANIZAR AQUÍ UNA INCURSIÓN PARA CONOCERLOS. A la llegada a Jodhpur nos acomodaremos en el hotel Ajit Bhawan Palace, otro heritage.