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Es el museo más
importante de Tabasco y uno de los más peculiares de México. En ocho
hectáreas de selva, ubicadas a la orilla de la Laguna de las
Ilusiones en la ciudad de Villahermosa, y en el ambiente natural en
el que se desarrolló la cultura olmeca se encuentra este importante y
bello testimonio de su grandeza. Fue abierto al público el 4 de marzo de
1958 y es resultado de las gestiones y el interés puesto por el poeta
Carlos Pellicer por trasladar desde La
Venta, en el municipio de Huimanguillo, las piezas arqueológicas
encontradas en ese centro político-religioso de los olmecas y que
entonces se veían amenazadas por el inicio de la explotación petrolera
en la zona y el proceso de deforestación que ya venía experimentando el
estado. |
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El traslado de
estas piezas se realiza en los meses de julio y agosto de 1957 y de
acuerdo a lo planeado por el poeta el museo es una bella combinación de
arqueología y naturaleza. El área arqueológica inicia con una sala
introductoria que ofrece un panorama general de la cultura olmeca.
Después se inicia la caminata en un paisaje selvático de árboles
medicinales, maderables y ornamentales en el que poco a poco van
saliendo al paso las esculturas, mosaicos y tumbas olmecas. |
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El Parque Museo
se divide en dos grandes áreas: una parte zoológica donde
pueden apreciarse a una gran cantidad de especies animales como
jaguares, cocodrilos, aves de plumajes exóticos, serpientes y monos
araña entre otros. Una parte arqueológica donde se encuentra la
exposición que integra 33 piezas escultóricas que en su mayoría son de
piedra volcánica y de tipo monumental. Todas ellas proceden del área de
La Venta, cerca de los límites con el estado de Veracruz, en donde a
fines de los años treinta fueron descubiertas por el norteamericano
Matew W. Stirling. |
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Estas piezas
fueron elaboradas en diferentes épocas y es por eso que su
distribución a lo largo del recorrido no guarda un orden cronológico
sino que atienden a una clasificación de las piezas según el tipo.
Se tienen clasificadas en cuatro grupos: altares, estelas, esculturas
exentas y las famosas cabezas colosales. |
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Dos de los más
bellos altares pertenecientes a la cultura olmeca se encuentran en este
museo: el altar 4 que muestra a un hombre en actitud sedente
emergiendo de un nicho central, y el altar 5, muy parecido al
anterior sólo que éste sostiene a un niño en las piernas. Las estelas
son esenciales para la comprensión de esta cultura pues en ellas se
registran eventos y personajes destacados de su historia. La estela
3 muestra a dos personajes que parecen celebrar un encuentro y en la
estela 2 se ven seis pequeñas figuras alrededor de la escena central. |
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Dadas las
condiciones de vegetación y humedad del sitio, que facilitan la
proliferación de insectos, se recomienda llevar repelente contra los
mismos. |
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