Una gran guerra entre dos reyes hermanos provocó el ocaso maya

La interpretación de los jeroglíficos descubiertos el año pasado en la pirámide de Dos Pilas en Guatemala explica las causas del declive del imperio precolombino.

Informe Presentado a FAMSI en Junio 16, 2003: La Escalinata Número 2 de Dos Pilas, Petén, Los Nuevos Escalones por Federico Fahsen

Los jeroglíficos revelaron que en el siglo VII de la Era Cristiana el mundo maya estaba dividido en dos bloques controlados desde la ciudad estado de Tikal, situada en lo que hoy es el norte de Guatemala, y desde Calakmul, unos 100 kilómetros más al norte, actualmente territorio mexicano.

En el año 629, la pirámide de Dos Pilas fue creada como puesto militar de Tikal, cuyo rey puso a su hermano Balaj Chan K'awiil en el trono de la nueva plaza. Pero a los pocos años, Calakmul se lanzó a la conquista de Dos Pilas y en una feroz campaña apresó a Balaj Chan K'awiil y lo convirtió en un monarca a su servicio. A continuación, comenzó una guerra en la que Dos Pilas y Calakmul lucharon juntos contra Tikal.

La guerra duró más de 10 años, pero finalmente Balaj Chan K'awiil saqueó Tikal y sacrificó a su propio hermano para alzarse con la victoria final. Pero después del saqueo de Tikal, la nueva superpotencia se enfrentó contra su antiguo aliado Calakmul y a partir de allí el mundo maya comenzó un periodo de sucesivas guerras que terminaron con el derrumbe de esa civilización.

 

 
 

Foto 6. Escaleras del Centro. Escala 6 (de abajo), 5, 4, 3, 2. Escala 1 todavía no escavada.

 
 

El descubrimiento de las nuevas gradas en Dos Pilas, capital de reino del Petexbatún en agosto de 2001 y las subsecuentes excavaciones al final de ese año y principios del año 2002 abrió un debate entre epigrafistas, arqueólogos y otros mayistas así como también con personas interesadas en la naturaleza del Clásico Terminal Maya y su historia y las causas iniciales del deterioro de esta gran cultura. Antes de este descubrimiento el pensamiento aceptado se refería a una "guerra civil" entre dos facciones de la familia real de Tikal y el exilio y huida de uno de sus miembros a un sitio conocido como Dos Pilas. Las nuevas gradas describen una historia algo diferente que indica, al principio, una unión familiar y filial, seguida de la invasión de Dos Pilas por Calakmul y luego una enemistad fatal entre hermanos resultando en las guerras en el suroeste del Petén que fueron las primeras acciones que llevaron al colapso de los reinos Mayas.

 
 

En el mes de septiembre de 2001 y meses subsiguientes del 2002 un extraordinario descubrimiento ocurrió en el sitio arqueológico de Dos Pilas, Petén, Guatemala. Este descubrimiento de diez gradas con glifos agregadas a las ocho de la Escalinata 2 de la Estructura L5-49 describe la historia inicial del sitio incluyendo la llegada del gobernante fundador y sesenta años de su vida. Las gradas fueron excavadas mediante una donación de la Foundation for the Advancement of Mesoamerican Studies, Inc., (FAMSI) y reportadas en diversas maneras y foros durante 2002–2003 incluyendo un reporte preliminar en la página web de FAMSI.

 
 

Introducción

El descubrimiento y excavación de las diez nuevas gradas de la Escalinata 2 de la Estructura L5-49 de Dos Pilas, Petén, Guatemala en los años 2001 y 2002 ha sido motivo de una presentación preliminar por escrito a FAMSI (2002), al Instituto de Antropología e Historia de Guatemala (Castellanos et al. 2001) y como ponencia en el XVI Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2001. Adicionalmente varios epigrafistas (Boot 2002 y Guenter 2002, en MESOWEB: www.mesoweb.com) así como arqueólogos importantes como Arthur A. Demarest, Director del Proyecto Arqueológico Cancuén y anteriormente del Proyecto Petexbatún, ambos de la Universidad de Vanderbilt, Tennessee, Estados Unidos, han presentado comentarios en diversos foros en el transcurso de los años 2002 y 2003. Es también importante mencionar los distintos correos electrónicos intercambiados al respecto con Simon Martin, Stephen Houston y Nikolai Grube así como las entrevistas personales con Peter Mathews, David Stuart, Stanley Guenter y Marc Zender.

 
 

Todas estas acciones han resultado en algunos comentarios válidos que corrigen las fechas presentadas en el Informe Preliminar del año 2002. En lo referente al mensaje del texto, este continua vigente aunque hay divergencias con ciertos autores sobre el contenido de la Grada 5 Sección Central que este autor sigue sosteniendo es la llegada a Dos Pilas del joven fundador de la dinastía en el año 632. Mucho más importantes han sido los resultados del estudio más profundo que se ha realizado sobre la historia del periodo cubierto por la escalinata y su relación con los otros eventos manifestados en Dos Pilas, Aguateca, Ceibal, Tamarindito y ahora Cancuén. Además, el análisis de estos eventos dentro del contexto de los conflictos entre los estados hegemónicos de Tikal y Calakmul durante los siglos sexto, séptimo y octavo.

 
 

Recientes investigaciones en el sudoeste del Petén (Fahsen y Demarest 2002; Houston 1993; Fahsen 2000a, 2000b, 2001; Fahsen y Jackson 2001) así como las hechas sobre las relaciones entre Tikal, Calakmul, Naranjo, Caracol, etc. (Martin y Grube 2000; Chase y Chase 1996; Schele y Freidel 1990; Marcus y Folan 1994; Carrasco et al. 1999; Schele y Grube 1994; Stuart 1999, 2000; Fahsen 1986; Chase, Grube y Chase 1991) en los siglos séptimo, octavo y noveno han producido una vasta información derivada de estudios específicos sobre estos sitios y/o sobre grandes proyectos regionales. Sin embargo, en el curso de la última década, algunas nociones aceptadas sobre la política de los Mayas clásicos, su historia dinástica y la guerra han sufrido un escrutinio considerable al aparecer nueva información. El resultado es que lo que era aceptado como válido en 1990, hoy en día es visto con una visión diferente que de-construye teorías aceptadas por muchos sobre el juego político entre los estados Mayas y su efecto sobre el colapso de esta gran civilización disputando lo conocido y publicado antes.

 
 

Los trabajos realizados en los sitios Dos Pilas y Cancuén y su región en el río Pasión y el descubrimiento de las diez nuevas gradas jeroglíficas en la Estructura L5-49 de la capital del reino del Petexbatún, Dos Pilas, hacen necesario revisar los conocimientos previamente aceptados no sólo sobre la guerra y la diplomacia en sudoeste del Petén y sus implicaciones sobre la región central alrededor de Tikal y más al norte en Calakmul sino también sobre las rutas comerciales y la economía de sistema fluvial Pasión–Usumacinta (Demarest y Fahsen 2002; Martin y Grube 2000).

 
 

Esta amplia ruta de comercio y transporte empieza a ser una vía acuática navegable en Cancuén, fluyendo hacia el norte, oeste y finalmente al noroeste, donde se conecta con los grandes reinados occidentales. Cada centro principal esta localizado en puertos, confluencias, tributarios u otros lugares claves cuya importancia puede explicarse de acuerdo al sistema de ríos. Tres Islas, Altar de Sacrificios y Yaxchilán se ubican en la confluencia con otros sistemas ribereños o rutas terrestres. Ceibal se localiza donde el Pasión vira hacia el oeste y donde la ruta de comercio se divide en dos: 1) hacia el oeste, el río sigue hasta Altar de Sacrificios, Yaxchilán, Piedras Negras, y después pasando la zona de Palenque hacia el Golfo de México; 2) hacia el este, se dirige por tierra a los grandes centros del Petén Central. Desde el Preclásico Tardío, si no es que antes, este gran sistema de rutas fluviales y terrestres funcionaron como una importante ruta en el Petén Central y Occidental.

 
 

Recientes Investigaciones en las Regiones del Pasión

Los proyectos de la Universidad de Harvard que investigaron Ceibal y Altar de Sacrificios (Willey 1973, 1990), recopilaron evidencia detallada que empezó a revelar el papel central del comercio ribereño en la historia del occidente Maya, así como el papel que jugó la guerra en el colapso de estos reinos. Los proyectos ya mencionados también descubrieron los estados conquistadores del Ciclo 10, que surgieron de forma inusual después del colapso regional en Petexbatún y el Pasión Medio (Tourtellot y González, en prensa.) Basándose en estos estudios anteriores, las investigaciones auspiciadas por la Universidad de Vanderbilt en Petexbatún en 1989-1994 y Punta de Chimino en 1996, han proporcionado la visión más detallada hasta ahora de la dinámica violenta en el Pasión Medio y el colapso temprano que se dio en esa región (p.e. Demarest 1997; Valdez 1997; Demarest, Escobedo y O’Mansky 1997).

 
 

Finalmente, en los últimos cuatro años, el Proyecto Cancuén de la Universidad de Vanderbilt ha abierto la página de la historia y la arqueología del sistema del Alto Pasión, revelando una relación aún más íntima entre este próspero reino y el sistema del Pasión, controlándolo desde el inicio de su parte navegable. El jade, pirita, posiblemente las plumas de quetzal y otros artefactos y materias primas exóticas provenientes de las Tierras Altas pudieron ser usados como obsequios para cimentar alianzas estratégicas de Cancuén con otros centros. Estos también pudieron ser distribuidos en cantidades más limitadas a las elites menores del sitio como parte de redes de patrocinio o influencia política de sus gobernantes. De igual forma, los otros reinos localizados río abajo en el Pasión y Usumacinta reforzaron las bases religiosas y militares de su poder con redes de patrocinio similares que redistribuyeron los bienes que llegaron desde el altiplano. Los nexos económicos e ideológicos entre las redes de patrocinio de los reinos ribereños ayudan a explicar las constantes interacciones entre ellos, la correlación de sus historias y sus declines simultáneos.

 
 

La Historia del Sistema de los Ríos Pasión/Usumacinta

Los patrones de correlación de las historias de los reinos del sistema Pasión/Usumacinta se han aclarado gracias a la combinación de la evidencia epigráfica de Dos Pilas especialmente con el descubrimiento inesperado del texto central de la dinastía del reino de Petexbatún en el templo L5-49 de Dos Pilas (Fahsen et al. 2002). Ahora bien, combinando la evidencia anterior del proyecto Petexbatún y otras excavaciones recientes, estos nuevos descubrimientos muestran que la historia de los reinos Mayas occidentales ya no pueden explicarse mediante historias locales e incluso regionales. Esta arteria clave para el comercio fue desde los inicios del período Clásico, si no es que antes, un blanco para el control de los poderes interregionales principales del Mundo Maya. Las interpretaciones históricas culturales anteriores (e.g., Mathews 1979; Houston y Mathews 1985; Houston 1987, 1993; Houston y Stuart 1990) no reconocieron el papel central que jugaron de estas intervenciones constantes e internaciones en las historias de esta región.

 
 

En el pasado las nociones aceptadas indicaban que alrededor del año 650 d.c. Se suscitó un conflicto dinástico en Mutul (Tikal) cuyo resultado fue el exilio de algunos miembros de la familia real y sus seguidores hacia la ciudad de Dos Pilas en el Petexbatún donde fundaron un reino que duró por 160 años y que para bien o para mal fue un poderoso estado militarista como no había habido antes aún para una civilización guerrera conflictiva como la Maya. En el curso de ese siglo y medio Dos Pilas guerreó, capturó y forzó alianzas con varios sitios en la cuenca del río Pasión tan lejos como Machaquilá al este y Cancuén al sur. La razón para esta expansión se atribuía simplemente a una "guerra civil" entre los dos hermanos y el triunfo del de Dos Pilas sobre la familia real de Tikal (Houston 1993; Martin y Grube 2000).

 
 

Aún cuando esta parte de la historia tiene cierta veracidad, las razones e implicaciones para la rivalidad entre Dos Pilas y Tikal ciertamente emergen de causas mucho más profundas. De acuerdo a lo expuesto arriba la ruta comercial de la Pasión–Usumacinta fue la clave da la historia del Petén central y occidental. La ruta fluvial se inicia en Cancuén al sur donde se vuelve navegable y conecta el altiplano de Guatemala con las grandes capitales de los reinos Mayas como Ceibal, Tres Islas, Altar de Sacrificios, Yaxchilán, Piedras Negras y la región de Palenque en su trayecto al Golfo de México. Esta ruta fue utilizada desde el Preclásico Tardío y sirvió para enlazar al centro del Petén a través de senderos con el Caribe por el sistema fluvial San Juan–Salsipuedes–Mopán o por los ríos Machaquilá–Mopán (Laporte y Mejía 2002).

 
 

Los Inicios del Clásico: La Intrusión de Tikal

Como era de esperarse, los asentamientos más tempranos del Preclásico y los primeros centros dinásticos del período Clásico se encuentran en nodos críticos del sistema ribereño. La historia dinástica del Alto Pasión durante el período Clásico empieza en el sitio de Tres Islas, donde la dinastía local erigió tres monumentos espléndidos. Desde este período temprano, el involucramiento internacional es evidente en la iconografía relacionada con Teotihuacán, que es clara en estas estelas. Sus fechas entre 395 y 475 d.C. se correlacionan con el período de involucramiento mexicano en la dinastía de Tikal y la expansión de su hegemonía por todo el Petén y solamente un poco después, con la influencia de Teotihuacán en Kaminaljuyú, punto comercial de las Tierras Altas (e.g. Martin y Grube 2000; Stuart 2000; Schele 1992).

 
 

Los recién descubiertos escalones 6 y 5 de las Secciones Este y Oeste respectivamente de la Escalinata 2 de Dos Pilas relatan el ataque, toma y dominio del sitio por Calakmul, aún cuando temporalmente, forzando el conflicto entre ambos hermanos al cambiar la lealtad del reino del Petexbatún. Las conexiones y enlaces económicos e ideológicos entre estos estados y sus regiones aledañas y el norte y centro del Petén ayudan a explicar su constante interacción, su correlación histórica y su deterioro simultáneo. A este respecto los proyectos anteriores en Petexbatún, de la escalinata jeroglífica de Dos Pilas y los actuales en Cancuén indican que la historia de los reinos del Petén sud-occidental no puede ser explicada únicamente por sus historias locales o aún regionales o sólo por disputas dinásticas. Las interpretaciones anteriores (Mathews 1979; Houston y Mathews 1985; Houston 1987, 1993; Houston y Stuart 1990) de su desarrollo histórico no reconocieron la importancia de la ruta fluvial de comercio y el papel que jugó en la región del oeste Maya.

 
 

La nueva excavación en la Estructura L5-49 reveló que en los primeros años del siglo séptimo BALAJ CHAN K’AWIIL el hijo menor de K’INICH MUWAANN JOL y por ello hermano de NUUN U JOL CHAK gobernante de Tikal, nació y fue enviado siete años más tarde a fundar el sitio de Dos Pilas unos 130 km al sur oeste de Tikal para establecer la presencia de este último en la región. Dos Pilas está a 5 km de Arroyo de Piedra, una anterior capital del Petexbatún y a 10 km de Tamarindito sede de un reino más antiguo aún en el área (Guenter 2002; Houston 1993). El establecer esta nueva ciudad en medio de lo que ya estaba habitado, sólo pudo haber sido para crear un puesto avanzado de control por Tikal en el área del Petexbatún y la cuenca del río Pasión. Un virrey de la familia real tikaleña y un número fuerte de tropas jugarían ese papel.

 
 

Sus motivos militares se evidencian por la ubicación de su nueva base regional en un lugar donde los suelos y el drenaje impiden la agricultura productiva, por lo que cualquier población grande tuvo que ser mantenida por el tributo de los vecinos dominados. Dos Pilas se mantuvo de dicho tributo, tal como fue demostrado por los estudios paleo ecológicos extensivos e intensivos del sub-proyecto de Ecología de Petexbatún llevados a cabo por Dunning y Beach. Las excavaciones, estudios paleo ecológicos y análisis de fosfatos en suelos han mostrado que no hay evidencia de agricultura en o alrededor de Dos Pilas, y concluyeron que pudo haber sido un verdadero estado "depredador" tributario (Dunning, Beach, y Rue 1997; Dunning y Beach en prensa.) Es claro que Tikal quería que Dos Pilas fuera una base para asegurar su frontera occidental y proteger la ruta fluvial ante la creciente amenaza y hegemonía de su rival, Calakmul.

 
 

La riqueza obtenida del control de las rutas de comercio del altiplano y hacia la cuenca del Usumacinta por Tikal tuvo que haber encendido la envidia de Calakmul y sus gobernantes quienes desde la mitad del siglo cuarto en un movimiento circundante, habían empezado a rodear con sus fuerzas al estado tikaleño y sus aliados. La Escalinata Jeroglífica 2 menciona primeramente que la derrota de Dos Pilas y Tikal fue precedida de la captura de Itzán cerca del río Pasión en 650 d.C. Poco después de otro ataque a Tikal por las fuerzas de Calakmul un gobernante llamado KIIB AJAW llegó a la región de Cancuén a instalarse y fundar la nueva capital en una región más favorable al control del comercio. El enlace entre el altiplano y el centro del Petén fue entonces arrebatado a Tikal (Fahsen 2001a, 2001b; Fahsen y Jackson 2001; Guenter 2002; Demarest y Fahsen 2002).

 
 

Aunque BALAJ CHAN K’AWIIL fue un leal hermano menor durante cerca de treinta años la presión ejercida por Calakmul sobre Dos Pilas y el hecho de que Tikal ya nos estaba en una posición de ayudar a su hermano, fue un factor importante en el cambio que ocurrió y que resultó en volver al Petexbatún un firme aliado del reino de la Serpiente (Kan) como se identifica al gran rival de Tikal.

 
 

Durante los cuarenta años entre la derrota de Tikal por Calakmul y más tarde por Dos Pilas, el control de las rutas comerciales fluviales estuvo bajo el dominio del reino de la Serpiente utilizando a Dos Pilas y otros reinos vasallos en su nombre. Sin embargo en el año 695 YUKNOOM YICH’AAK K’AHK’ de Calakmul fue derrotado por el nuevo gobernante de Tikal JASAW CHAN K’AWIIL, el hijo y heredero de NUUN U JOL CHAAK. Esta derrota de Calakmul restaura la preeminencia de Tikal en el área central Maya pero ya nunca en el sudoeste donde Dos Pilas mantiene su presencia hasta su caída final en 761 cuando K’AWIIL CHAN K’INICH es sacrificado, significando así la destrucción y quema del sitio y la fragmentación del control de la cuenca entre varios pequeños reinos como Aguateca, Ceibal, La Amelia, etc., (Martin y Grube 2002).

 
 

Aquí vemos otra vez que es obvio que los eventos en la Cuenca del Pasión no fueron motivados localmente ni fueron una guerra civil entre facciones rivales tikaleñas, como se había pensado con anterioridad. En lugar de eso, la fundación y guerras de Dos Pilas en el siglo siete y la hegemonía de Petexbatún fueron parte de una guerra internacional que tuvo como uno de sus objetivos (y motivos) el control la ruta comercial del río La Pasión.

 
 

Estos pequeños estados no pudieron dominar la cuenca, es más la derrota de Calakmul tiene como consecuencia conflictos entre Yaxchilán entre Piedras Negras en el Usumacinta inferior obstruyendo también así el libre flujo de bienes por el río. Al final del siglo octavo muchas de las capitales fluviales y sus reinos habían sido abandonadas o estaban en franca decadencia y por ello el comercio entre el Petén, el Pasión superior y el altiplano cesa y se provoca un cambio en la producción e intercambio de la cerámica, por ejemplo, hacia el interior (Foias y Bishop 1997; Foias 1996). Al mismo tiempo el jade, la pirita, las plumas de Quetzal y la obsidiana y otros bienes exóticos del altiplano se tornan difíciles o imposibles de obtener.

 
 

Como se ha detallado en otras oportunidades, la intensidad de la guerra en el siglo octavo pudo haber sido estimulada por las "guerras internacionales de poder" del siglo anterior entre las crecientes hegemonías de Calakmul y Tikal (O’Mansky y Demarest 2001; Demarest en prensa; Demarest, Rice y Rice en prensa.) La guerra también fue causada por la intensificación de pugnas dinásticas y rivalidades entre elites que se debieron a la proliferación de la clase elite a través de la poligamia y las políticas de patrocinio y promoción (Demarest 2001, en prensa; Demarest, Rice y Rice en prensa.) La hegemonía de Petexbatún colapsó en guerra endémica intensiva, lo que llevó a la destrucción de Dos Pilas y Aguateca, y posteriormente al abandono casi total de la región.

 
 

Mientras el colapso de Petexbatún fue el "primer dominio en caer" en el largo proceso de la decadencia de las Tierras Bajas del sur, su impacto en la ruta de comercio occidental fue más inmediato. Entre 760 d.C. y poco después de 800 d.C. Todos los centros de Petexbatún colapsaron. Poblaciones de refugiados de diferentes tipos se movieron a río arriba y río abajo, causando un impacto inmediato en los reinos ribereños. Grupos fortificados sobrevivieron después de 830 d.C. en Punta de Chimino y Ceibal (Demarest, Escobedo, y O’Mansky, 1997), y algunas poblaciones pequeñas se asentaron en estructuras perecederas alrededor de la Laguna de las Pozas hacia el sur (Johnston et al. 2001; Castellanos et al.).

 
 

Conclusiones

Aun cuando al final de la civilización Clásica Maya en tierras bajas ha sido motivo de mucho estudio y controversia, se torna claro que en la opinión del autor de este artículo, que junto a otros que han estudiado el sudoeste del Petén y el conflicto Tikal–Calakmul a fondo, uno de los principales factores para ese final fue la interrupción de las rutas de comercio y el flujo del mismo desde el altiplano, en especial de las arcas centrales y del norte que suministraban los bienes exóticos necesarios para el intercambio entre las elites dominantes.

 
 

Podemos especular que entre 760 y 800 d.C. las guerras y la desintegración de la cultura de la zona Pasión Medio pudieron haber tenido un efecto interregional devastador a través del rompimiento del comercio y transporte. Este rompimiento posiblemente explica la decadencia y abandono de la mayoría de centros principales del sistema Pasión/Usumacinta entre 800 y 810 d.C. entre cuarenta y cien años antes que muchas ciudades importantes de las Tierras Bajas Centrales localizadas hacia el este. En ocasiones anteriores, la mayoría de expertos habían interpretado el colapso occidental por medio de eventos locales o por procesos globales generales de las Tierras Bajas. Las causas locales, como las derrotas militares de Palenque por Tonina o Piedras Negras por Yaxchilán, no explican porqué esas dinastías fracasaron en resurgir. Las causas globales, como el cambio climático, sobrepoblación o el deterioro ecológico no explican porqué el colapso empezó en el occidente, donde las poblaciones fueron más pequeñas y el abastecimiento de agua estuvo lejos de ser un problema. Además, los resultados de seis temporadas de investigaciones en el Proyecto Petexbatún han negado claramente estos factores ecológicos o demográficos (p.e. Demarest 1997; Dunning et al. 1997; Wright 1997; Dunning y Beach en prensa; Emery 1997).

 
 

Estas explicaciones locales-globales de la decadencia de estos reinos en el siglo octavo también fallan en explicar el porqué de la cronología temprana y simultánea del decline y abandono de los centros ribereños. La razón de las decadencias correlacionadas es obvia. La ruta de comercio fluvial se había roto en su parte media por la guerra endémica que había encerrado a la región de Petexbatún y el Pasión Medio, incluyendo Ceibal. La ruta de comercio de más de mil años de antigüedad que unió las Tierras Altas y Bajas, y la Verapaz con el Golfo de México se rompió a la mitad por las guerras endémicas de Petexbatún y Ceibal. El resultado fue la bien documentada regionalización occidental en la producción e intercambio de cerámica (Foias y Bishop 1997; Foias 1995). Con el comercio y el transporte interrumpidos hacia el este y el sur (Petén, Alto Pasión, y Tierras Altas del Norte), estos reinos dirigieron sus afiliaciones económicas y cerámicas hacia adentro o al oeste (con su cerámica de pasta fina).

 
 

Sin embargo, el sur había sido siempre la fuente de jade, pirita, plumas de quetzal, la mayoría de la obsidiana y muchos otros bienes exóticos que mantuvieron las redes de patrocinio de los reinos ribereños. Con el colapso de estas redes, los reinos occidentales enfrentaron problemas para obtener estos lujos y bienes exóticos, y por consiguiente sufrieron un debilitamiento de sus redes de patrocinio, además del impacto destructivo de los asedios, la concentración de asentamientos y el desplazamiento y dispersión de poblaciones en Petexbatún fue seguido entre 800 y 815 d.C. por decadencias y migraciones de poblaciones similares en centros como Piedras Negras, Yaxchilán, Aguateca, Palenque, Cancuén, y los otros grandes reinos ribereños.

 
 

El hallazgo. Arthur Demarest y Federico Fahsen estudian una de las escalinatas de Dos Pilas. Derecho de Fotografía Kenneth Garrett /National Geographic Society.

 
 

La expedición que se realizó en tres visitas al lugar –de Agosto 2001 a Enero 2002–, fué patrocinada por National Geographic Society, la Universidad de Vanderbilt, el Ministerio de Cultura y Deportes de Guatemala y la fundación FAMSI de Estados Unidos. Las escalinatas cuentan, aproximadamente 60 años de la vida del primer gobernante de Dos Pilas, Balaj Chan K'awil, como se llamaba el hermano menor del gobernante de Tikal. Describen desde que nació en Tikal y cuando lo envían de cuatro año para fundar Dos Pilas. Por su corta edad, lo más probable era que llevara asesores, pero lo importante era su presencia, pues era miembro de la Familia Real, cuenta Fahsen.

Esa área era muy importante, porque por allí pasa el río La Pasión, la ruta comercial desde el altiplano hasta las tierras bajas por donde transportaban jade, obsidiana, plumas de quetzal, piedras para moler y otros enseres. Lo que, Tikal quería era controlar ese comercio.

Según el epigrafista, lo más sorprendente del hallazgo son las gradas cinco y seis del lado Este. Es una inscripción sobre una guerra entre Calakmul (una ciudad ahora en territorio Mexicano) contra Dos Pilas. En lugar de matar al Rey, lo dejan gobernar, pero bajo la jurisdicción de Calakmul, dice.

Balaj Chan K'awil tendría 25 años cuando comenzó una guerra contra su hermano, descrita en las gradas cinco y seis del lado Oeste. Dos Pilas gana la guerra. Es una especie de monumento a sus triunfos, donde hay una danza guerrera, describe. La historia de aquel gobernante termina a los 60 años. En vez de ser un actor independiente, como se pensaba antes, Dos Pilas era un peón en una batalla más amplia.