COBÁ

Cobá o "aguas removidas por el viento" es uno de los sitios arqueológicos más importantes de la región. Construida entre dos lagos durante el período Clásico (600-900 D.C.), fue alguna vez una ciudad muy grande, con casi 50,000 habitantes y con una extensión de más de 80 kilómetros cuadrados. La pirámide principal, Nohuch Mul o "colina grande", con 42 metros de altura, es la más alta de la península. La pirámide conocida como la Iglesia es segunda en tamaño y desde su cima hay una vista espectacular de la laguna Macanxoc.

Antecedentes

La primera mención de Cobá data de 1842, cuando John L. Stephens recorrió la Península de Yucatán. En 1886 dos intelectuales yucatecos, José Peón Contreras y D. Elizalde realizaron bosquejos de los edificios más notorios. La primera fotografía del templo que corona la pirámide de Nohoch Mul la imprimió Teoberto Maler en 1891. Pero es hasta 1926 que Cobá es explorado por un grupo de arqueólogos entre ellos J.E.S. Thompson, Harry Pollack y lan Charlot, quienes, auspiciados por el Carnegie Institute, publican en 1932 los resultados de sus trabajos.

Historia

Los primeros asentamientos en Cobá se remontan al Preclásico (700 a 200 d.C.), sin embargo, los testimonios arqueológicos datan del Clásico (400 al 1100 d.C.). Durante el Clásico se esculpen y erigen las estelas que han perdurado hasta nuestros días. El crecimiento urbano demandaba mayor espacio y crece al oriente con los grupos Nohoch Mul, Chumuc Mul y Macanxoc. El Posclásico en Cobá se caracteriza por edificios con decoraciones similares a los de El Petén, aunque hay otros estilo Costa Oriental, cuyas dimensiones son resultado de superposiciones en construcciones del periodo anterior. Cobá abarca alrededor de 70 kilómetros cuadrados de tierras aptas para el cultivo del maíz y con abundante agua. Al igual que hoy, los mayas de ayer conocían a fondo su medio ambiente, lo que les permitía conservarlo y explotarlo para autoconsumo y los excedentes se comercializaban. La estratégica red de caminos construidos a partir de la zona más antigua denominada Grupo Cobá, habla no sólo de una necesidad de comunicación, sino de una expansión política y de control económico. Durante los siglos V al X de nuestra era, Cobá fue la metrópoli que concentraba y distribuía bienes y servicios entre la costa oriental y la porción norteña de la Península de Yucatán.

Arqueología

Las evidencias arqueológicas de Cobá constan de cimientos de casas sobre plataformas bajas o sobre rocas calizas que sobresalen. Estos cimientos, sin una aparente distribución regular, se hallan circundados por bardas de piedra. Los vestigios han sido cubiertos por la selva y su acceso es difícil.

Grupo Cobá

Se localiza entre los lagos Cobá y Macanxoc; es un gran rectángulo de casi 400 m por 200 m cuyos ejes se orientan de este a oeste, así como los edificios más voluminosos del grupo. Los sacbeoob 3, 14 y 15 se desprenden de la periferia de esta plaza. El 3 se halla al norte y el 14 y el 15 al sur. El edificio llamado La Iglesia tiene 24 m de alto; los cuerpos del basamento se agrandaron con muros formando esquinas redondeadas; en su cúspide hay un templo. Al pie de este edificio se erige la Estela 11, de la que sólo se conserva la parte superior. Al norte de La Iglesia se aprecia el juego de Pelota, de cancha abierta pues carece de cabeceras.

Grupo Nooch Mul

Los arquitectos mayas aprovecharon una elevación natural del terreno para construir las edificaciones más voluminosas y altas de la ciudad. El diseño de este grupo se basaba en cuadriláteros irregulares que alternaban con patios y/o plazas. La Estructura 1 o Nohoch Mul (Nohoch-grande, Mul-montículo) se compone de siete cuerpos de esquinas redondeadas. Tiene 42 m de alto, y es la más elevada del norte de la Península de Yucatán. Nohoch Mul cuenta con dos escalinatas al sur que conducen a habitaciones rlucidas, y se les conoce como templos 1 y 2. Dentro del Templo 1 hay una banqueta que cubre casi iodo el interior. El Templo 2 es una habitación con tres entradas, se advierte que estuvo techada con bóveda maya. En el interior y al centro se halló un fragmento de la Estela 29 empotrada en el grueso piso de estuco. A unos 70 m al sureste de Nohoch Mul se aprecia la Estela 20, la mejor conservada de la zona. En ella se aprecian cinco personajes esculpidos; el principal se muestra erguido apoyando cada pie sobre un individuo en actitud de sometimiento. A ambos lados se observan personas postradas de hinojos y con los brazos cruzados.

Grupo Macanxoc

La importancia de Macanxoc se halla en las ocho estelas esculpidas y sus altares monolíticos. Es notable la Estela 1, pues contiene cuatro fechas con serie inicial que corresponden a finales del siglo VIII de nuestra era. Con motivo de las fiestas cívicoreligiosas, los mayas acostumbraban dejar testimonios en estelas esculpidas en enormes bloques de piedra. Lo usual era erigir una estela cada 20 años, periodo que llamaban katún.

Los caminos de Cobá

La función de los sacbeoob de Cobá era controlar su vasto territorio. Hay tres tipos de caminos: regionales, zonales y locales. Son dos los caminos regionales: Cobá-Yaxunáí (Yucatán), el más largo del mundo maya con 101 km, y el de Cobá-Ixil, con 19 km. Llevan los números 1 y 1 6, respectivamente, y presentan el mayor número de estructuras con rampas. Los ocho caminos zonales comunicaban el centro de zona con los asentamientos periféricos y contaban con plataformas adosadas y ramales. Los 35 caminos locales que medían entre seis a 728 m de longitud y de uno a 20 m de ancho, comunicaban los caminos zonales o regionales entre sí. Al inicio del sacbe 3 del Grupo Cobá se encuentra una estela lisa, en ella se anotaban con pintura eventos históricos y sus fechas, lo que permitía renovar la información cada vez que era necesario. Los sacbeoob también tenían un lugar primordial en las festividades religiosas.

Arquitectura y Arte

Cobá tuvo relación constante con mayas de El Petén, por lo que la técnica constructiva se observa en el apilamiento de grandes piedras burdamente trabajadas, aseguradas con morteros y cuñas de piedra más pequeña, recubiertas de estuco. Sobre el estuco se agregaba pintura de color rojo. Los dinteles y las figurillas de los nichos se decoraban con varios colores. También se ven modalidades propias, como dinteles remetidos, nichos y la pequeñez de sus estructuras estilo Costa Oriental. En las escasas exploraciones hechas en Cobá se han encontrado fragmentos de estuco modelado que parecen haber sido pintados con mezclas de ingredientes naturales con los que se lograban los colores: rojo, negro, verde, azul, amarillo, naranja y blanco. En El Cuartel y en el Conjunto de las Pinturas aún se observan restos de pintura mural.