ARQUITECTURA MAYA La arquitectura de los mayas es tan característica como la griega, romana o gótica. Tiene variaciones locales; pero fundamentalmente es de una naturaleza única.
  Se ha sugerido que la choza de paja maya, con su techo fuertemente inclinado de dos aguas, era el prototipo de los edificios de arcos de piedra voladizos lo que puede tener sus visos de probabilidad. La choza de paja de la gente del pueblo, idéntica durante dos mil años, es rectangular, con los extremos redondos, y mide 6.70 metros de largo por 3.65 metros de ancho. Las paredes están hechas de palos recubiertos de lodo o de piedra sin labrar, y no pasan de 2.20 metros de alto. Sobre ellas descansa una armazón de palos que se levanta a otros 3.50 a 4.50 metros. Estos sostienen el techo de paja de dos aguas, fuertemente inclinado.
  En las pinturas murales y decoraciones de fachadas de la Época Clásica se ven reproducidas estas casas de la gente del pueblo, y los cimientos mismos de una casa se han encontrado en uno de los pisos más antiguos del palacio de Uaxactún. La semejanza entre las casas techadas de paja y los edificios de piedra, es notable, especialmente si se observa desde el interior. Este parecido sugiere que el declive de los techos de paja, dio lugar en un principio a la idea del techo de bóveda de piedras saledizas. Los materiales para las construcciones de piedra se encontraban en la mayor abundancia, en forma de material muy fácil de trabajar: la piedra caliza que, al quemarla, proporciona la cal y existen muchos depósitos de grava, que empleaban en la mezcla.
Dada la gran inteligencia y el profundo fervor religioso de los antiguos mayas, era inevitable que crearan su propia arquitectura religiosa. Fuera de las atenciones de su economía interna, no tenían otra actividad que consumiera tanto su tiempo y energías sobrantes como la arquitectura. No es de suponer que existieran edificios de piedra en la primitiva etapa formativa de Uaxactún; pero, al final del periodo comienzan a aparecer paredes bajas de piedra. Es dudoso que al principio de este periodo se hayan construido edificios de piedra propiamente dichos. Las paredes bajas de piedra que se han encontrado asociadas con vasijas antiguas en Chicanel eran simples muros de retención o frentes de plataformas bajas para sostener estructuras de materiales de poca duración. Sin embargo, al final del periodo, se encuentra la primera construcción de piedra de grandes dimensiones, una pirámide construida para sostener una estructura de madera y paja.
   
EL EJEMPLAR MAS ANTIGUO DE
LA ARQUITECTURA MAYA
El ejemplar maya más antiguo de arquitectura de piedra es la pirámide cubierta de estuco, E-VII-sub, de Uaxactún. El notable estado de conservación en que se encuentra se debe a que poco después de haber sido terminada, fue cubierta por completo por una pirámide de mampostería, de piedras en bruto, E-VII. Los costados de esta construcción también estuvieron decorados con grandes mascarones de estuco, como la más antigua E-VII-sub. La cima de la pirámide posterior era tan pequeña que claramente se ve que nunca pudo haber sostenido un edificio de piedra, como tampoco lo sostuvo E-VII-sub, pues en el piso de mortero de cal de la cima de E-VII-sub, aparecieron rellenos cuatro hoyos para postes que sin duda sirvieron originalmente para sostener los postes de las esquinas de una estructura de palos y paja. Esta pirámide de estuco, decorada con dieciséis mascarones de estuco de tamaño heroico, con cuatro escalinatas, es una maravilla de la arquitectura maya primitiva. Aunque fue construida de mampostería, es únicamente una subestructura y procede de una época anterior a los edificios de piedra propiamente dichos.
 
TECHADO DE BÓVEDAS DE PIEDRAS SALEDIZAS Con el complejo de estelas de piedra y cerámica Tzakol introducido a Uaxactún en 8.14.0.0.0 (año 317), encontramos el ejemplar más antiguo de techado de bóveda de piedras saledizas del territorio maya. Tal vez ya en 8.12.0.0.0 (año 278) se habían construido las primeras bóvedas saledizas. Los ejemplos más antiguos de éstas son muy toscos. Se componen de lajas ordinarias y sin proporción, colocadas sobre una capa gruesa de mezcla y presentan una superficie muy dispareja. Después de su introducción a Uaxactún, el techo de bóveda voladiza comenzó a extenderse en todas direcciones. Llegó a Copán en el extremo sudeste, tal vez hacia 9.0.0.0.0 (año 435); a Oxkintok en el noroeste de Yucatán seguramente desde 9.2.0.0.0 (año 475); a Tulúm en el nordeste de Yucatán, cerca de 9.6.10.0.0 (año 564); y probablemente al valle del Usumacinta hacia 9.10.0.0.0 (año 633), o antes.
Antes del final de la Época Clásica, en 10.3.0.0.0 (año 889), el techado de bóvedas de piedras saledizas había penetrado por todas partes del territorio maya pero cosa curiosa, no pasó del área maya propiamente dicha y no se le encuentra en ninguna de las regiones inmediatamente adyacentes. Su aparición más occidental ocurrió en Comalcalco, en el Estado de Tabasco, y las más lejanas hacia el sudeste, en Papalgualpa y Asunción Mita, en el sudeste de Guatemala. No se encuentra para nada en las tierras altas de este país, salvo en el techo de unas cuantas tumbas dispersas, lo que probablemente se debe a la intensa actividad sísmica de esta última región.
TECHOS DE VIGAS CUBIERTAS DE CONCRETO DE CAL

Además de las bóvedas voladizas, en la arquitectura maya se conoce otro tipo de techo, el plano, hecho de vigas y concreto de cal. Se le ha encontrado en la Época Clásica en Piedras Negras, Uaxactún y Tzimín Kax, y en la Época Posclásica en Chichén Itzá y en sitios relativamente recientes a lo largo de la costa oriental de Yucatán, principalmente en Tulum y en Chac Mool. El techo de concreto de cal se construía encima de vigas cruzadas llenando primero provisionalmente los espacios intermedios con un entrelazado de palos sobre los cuales, y sobre las vigas se colocaba en seguida un techo de concreto de cal de 30 centímetros o más de espesor. Cuando este último se había asentado firmemente, se retiraban los palos del entramado. Este método de techar se practica todavía en Yucatán. Al hacer una excavación es difícil identificar estos techos, porque se desmoronan convirtiéndose en piedras menudas y polvo de cal. Sin embargo, prácticamente en todos los casos en que al excavar edificios de mampostería no se encuentran bóvedas de piedra se puede suponer con seguridad, que tales construcciones tuvieron techos planos de vigas y concreto de cal.

DESCRIPCIÓN DE LOS EDIFICIOS

Prácticamente, todos los edificios mayas fueron levantados sobre subestructuras que variaban en altura según el uso a que se destinaba la construcción que sostenían, desde las terrazas bajas de 50 cms. a 2 metros de alto, cuando se trataba de palacios y edificios para habitación, hasta elevaciones que llegaban a veces a 45 metros en el caso de los templos (Templo IV de Tikal). A estas subestructuras se subía por escalinatas anchas y empinadas, construidas en uno o más lados. Los edificios se levantaban en la parte de atrás de la cima, de manera que quedara un espacio amplio entre su frente y las escalinatas que dan acceso a ellos; pero por detrás y en los costados llegaban casi hasta la orilla de la subestructura.

Por lo común, las fachadas mayas están divididas horizontalmente en dos bandas principales, por una moldura media que corre sin interrupción en torno al edificio, como de la mitad para arriba de la pared. Otra moldura parecida corre alrededor de la parte alta del edificio. Los techos están hechos de concreto duro de cal y son planos, generalmente un poco más altos en el centro, para facilitar el desagüe. En Copán, Chichén Itzá y Uxmal se ven algunos desagües saledizos del techo para conducir el agua al exterior.
Encima del techo se encuentra con frecuencia, paralelo al frente del edificio, y sobre su eje central, un alto muro retiforme que corre a todo lo largo de la construcción. Este peine del techo es algunas veces tan alto como el propio edificio y no tiene otro objeto que el de un adorno.
Los planos superficiales varían según el fin a que se destinaban los edificios. Los templos, generalmente tienen sólo dos cámaras, una detrás de la otra, a las cuales se entra por una puerta abierta en la pared del frente; la cámara interior era el santuario y la cámara exterior se usaba para ceremonias menos reservadas . En el tipo de construcción de palacio, hay casi siempre dos largas filas de cámaras, una detrás de la otra.
  Si sólo hay puertas exteriores en la pared frontal, se entra a las cámaras interiores por medio de puertas abiertas en la pared posterior, pero a veces se puede entrar directamente a la fila posterior de cámaras por medio de puertas abiertas en la pared de atrás del edificio. En este caso es raro encontrar puertas en el largo muro central que separa las dos filas y casi nunca las hay en las paredes divisorias transversales. Estas últimas observaciones se aplican especialmente a los "palacios" de la región norte, pero en Piedras Negras, en la región central, no son raras las puertas tanto en las paredes medias como en las transversales. Ventanas propiamente dichas no existen, aunque a veces la mitad superior de la fachada se ve perforada por pequeñísimas aberturas rectangulares.
  Por muy hábilmente que los mayas hayan cortado y labrado los bloques de piedra individuales para sus edificios, las paredes tanto exteriores como interiores, fueron cubiertas originalmente de estuco de cal, tapando con él todas las junturas. Pero especialmente tratándose de los edificios de Yucatán no se hizo ningún esfuerzo para retallar las junturas. En los pueblecillos y aldeas del norte de Yucatán, todavía se hacen los hornos de cal de la misma manera que los hacían en los tiempos antiguos y la piedra caliza del lugar se quema para fabricar la cal. Se escoge un lugar en el bosque y se limpia por completo. En seguida se cortan manojos de leña y se colocan en un círculo que varia entre tres y seis metros de diámetro. Los manojos se colocan paralelamente al radio del circulo, dejándolo en el centro un hoyo de unos treinta centímetros de diámetro. Este montón bien ordenado de leña se levanta hasta una altura de más o menos 1.25 metros, y luego, comenzando desde 30 centímetros detrás de su borde exterior se amontonan los pedazos rotos de piedra caliza hasta otros 60 centímetros de alto.
¡IMPORTANTE! Terminada esta operación, se enciende el horno arrojando hojas y madera podrida al fondo del agujero del centro y prendiéndoles fuego. De esta manera el fuego se extiende desde el fondo hacia arriba y de dentro hacia fuera del horno. Los mayas creen que es importante tomar dos precauciones para obtener una buena quema: no debe haber viento, a fin de que horno se queme parejo, y, además, no se debe permitir que las mujeres se acerquen al lugar. Si alguna llega a tocar el horno hornada será un fracaso.
  Se necesitan 36 horas para que un horno se queme por completo, y cuando se ha logrado un buena quema, los fragmentos de piedra quedan enteramente reducidos a cal Durante los mil doscientos años en que los antiguos mayas estuvieron construyendo edificios de piedra, ocurrieron diferencias en la arquitectura, no sólo de carácter temporal, sino también en forma de variantes regionales, que se reflejan en lo diferentes tipos de unión de las piezas, en detalles de construcción y estilos de decoración. Sin embargo, considerando el largo espacio de tiempo que abarcaron sus actividades constructoras las extensas áreas en que florecieron, la arquitectura maya es notablemente homogénea.
DECORACIÓN DE LOS EDIFICIOS:

No parece que los edificios del Periodo Antiguo de la Época Clásica, hayan sido profusamente decorados. Por regla general la fachadas eran verticales con molduras en el medio y la parte superior; estas últimas se hacían por medio de filas de piedra en bruto que sobresalían al exterior y luego recibían un acabado con capas de mortero.

ESTUCO EN FACHADA Algunos edificios de la Época Clásica de la región central especialmente en Copán Palenque y Tikal, tienen fachadas inclinadas arriba del nivel de la moldura media. Posteriormente las zonas superiores de la fachada que quedan entre las molduras media y alta, se comenzaron a decorar moderadamente con estuco. Este tipo de decoración de fachada alcanzó su desarrollo más notable durante la Época Clásica en Palenque, cuando tanto la zona alta como la inferior se embellecían ricamente con dibujos complicados en estuco de cal muy consistente que se sostenía por medio de piedras ordinarias que salían de la fachada.
ESCULTURA EXTERIOR En la región central no parece haber habido mucha decoración de piedra labrada en la mitad superior de la fachada, salvo en Copán y Quiriguá. Ocasionalmente se empleaba la escultura en la decoración exterior; en tableros murales (Piedras Negras), o en rampas a lo largo de las escaleras (Palenque, Copán, Quiriguá) y en el frente de las gradas, las cuales están grabadas algunas veces con inscripciones jeroglíficas (Copán, Quiriguá, Palenque, Yaxchilán, Naranjo, Seibal, Edzná, La Amelia).
ESCULTURA INTERIOR El empleo de la escultura como medio de decoración interior en los edificios de la Época Clásica tampoco es común. Se le observa en los tableros del santuario de Palenque, en las jambas y a los lados de las puertas interiores de Copán y en el frente de las gradas interiores y decoraciones murales de Quiriguá.
CHENES En la región norte, sin embargo, la decoración escultural se usa más. En la región de los Chenes, en el centro de Campeche y poniente de Quintana Roo, aparecen las fachadas adornadas con ricas decoraciones, no sólo encima, sino también debajo de la moldura media. Estas fachadas Chenes son las más adornadas y complicadas del territorio maya.
PUUC En la zona Puuc, al norte y noroeste de la región de los Chenes, la sección más fértil y más densamente poblada de la Época Clásica, la escultura está confinada principalmente a las zonas superiores de las fachadas aunque a veces se encuentra también una zona inferior esculpida. Los dibujos aquí son en su mayor parte geométricos , aunque en ocasiones se inserten figuras humanas, de animal, ave o serpiente en la mitad superior de las fachadas. Los elementos individuales de estos mosaicos están mejor formados, labrados, grabados y ajustados en la región Puuc que en ninguna otra parte. La arquitectura alcanzó aquí alturas que jamás había escalado antes. En cambio, la escultura, que se había desarrollado con tan exquisito gusto en la región central, languideció como arte independiente en la región norte, quedan do subordinada a la arquitectura y limitada casi en absoluto al embellecimiento de las fachadas. El arte escultórico sufrió las consecuencias de esta limitación. Mientras la arquitectura Puuc llegaba a un nivel cada vez más elevado de belleza y dignidad, las pocas esculturas que existen son en su mayor parte pesadas, torpes y hasta toscas.
CHICHÉN ITZÁ La arquitectura maya-mexicana es una fase arquitectónica todavía más reciente, que llegó a su más alta expresión en Chichén Itzá. En ella predomina la serpiente emplumada, Kukulkán o el Quetzalcóatl de México, en cuyo honor fueron erigidos los templos principales. Su figura se reproduce en columnas y balaustradas. Sus edificios se caracterizan por sus bases inclinadas en forma de talud; sus techos ornamentados con grecas de piedra.
Algunas estructuras son claramente de origen mexicano, como el Tzompantli o lugar de los Cráneos, que era donde se conservaban las calaveras de todas las víctimas sacrificadas, clavadas en estacas. El Tzompantli de Chichén Itzá es una plataforma descubierta de unos 56 metros de largo, 12 de ancho y 1.80 de alto, cuyos lados están decorados con representaciones esculpidas de calaveras ensartadas en perchas.
Los edificios de Chichén Itzá, así como las subestructuras, están decoradas con figuras de hombre o animal, haciéndose menos uso cada vez de los elementos puramente geométricos que abundan en la decoración de la arquitectura Puuc. En los portales de los templos se ven estatuas de apariencia humana, de tamaño heroico y reclinadas, como la figura llamada ChacMool. Por último, la arquitectura maya-mexicana se caracteriza por el uso frecuente de grandes columnatas. Algunas veces miden éstas de 60 a 100 metros de largo y contienen cuatro o cinco filas de arcos abovedados, y en sus muros posteriores se ven tronos flanqueados de bancas. La arquitectura se ha vuelto menos pesada y a la vez más abierta, ligera y graciosa.