LOS BICHOS EN LA INDIA

 

Las tribus itinerantes de los arios védicos que después se asentaron en la península adoraban a Brama, el toro, dios que yacía con su bóvida consorte a fin de poblar la tierra de ganado cornudo.

 

BÓVIDOS: La iconografía que muestra toros y vacas amables, aunque fuertes y fecundos, sigue siendo central en la religión hinduista. Los templos shaivitas suelen exhibir la figura de un toro, pintado en un vivo color rojo, que representa a Nandi, una encarnación divina de Shiva; a Krishna se le suele describir como a un pastor de vacas. En el relato épico Mahabharata se advierte que la ingestión de carne de buey o llevar prendas de cuero es tabú; las transgresiones de esta ley sólo pueden ser absueltas si a cambio se entrega una vaca a un templo como obsequio. Hay otro pecado que es más difícil de eludir, y es el de cargarse una vaca, son increíbles las penitencias a cumplir por el desafortunado mortal. El visitante observará que las vacas caminan libremente por las ciudades; muy a menudo uno se da cuenta cuando el autobús hace una maniobra para esquivar a alguna. Estas vacas suelen ser individuos heridos o viejos a quienes sus amos han soltado para que puedan tener una muerte natural. Tocarle el culo a una vaca asegura fertilidad y prosperidad.

 

OTROS BICHOS EN EL HINDUISMO: A medida que la épica y la literatura hinduistas se fueron haciendo más elaboradas. Brahma empezó a descender a la Tierra periódicamente bajo la fisonomía de distintos animales a fin de propagar la diversidad. A medida que se fueron identificando dioses y demonios, se iba asociando una forma animal a cada uno de ellos. Vishnu aparecía como pez, tortuga u oso, a Ganesh se le colocó una cabeza de elefante (al ser decapitado por error a manos de su padre Shiva) y Hanuman era el leal mono sirviente de Rama. La cobra de capuchón extendido era venerada como un dios por la tribu de los nagas del noreste de la península; sin embargo, más tarde se la integró a la mitología popular en calidad de protectora de Shiva y Vishnu. De hecho, son pocos los animales y aves que carecen de una relación con el mundo espiritual debido a que cada una de las miles de divinidades tienen que subirse a un vahan (vehículo) animal para desplazarse entre la tierra y el cielo, Brahma monta sobre un cisne. Kartika, el dios de la guerra, está sentado a horcajadas sobre un pavo real, a Ganesh lo lleva una rata e Indra viaja a lomos de un elefante. La estrecha relación que existe entre vehículos y animales se hace muy evidente en las carreteras de la India contemporánea, donde cada uno de los camiones o rickshaws que circulan está cubierto de pavos reales, vacas, serpientes y otros animales pintados en colorines.

 

El ciervo común es sagrado tanto para hinduistas como para budistas. Se cuenta que Buda pronunció su primer sermón en un parque de ciervos; y según la ley hinduista, esta dócil y grácil criatura es tan sagrada que incluso la tierra que pisa debería ser venerada. Al pavo real se le asocia simbólicamente con la fecundidad por su instintiva capacidad de anticipar con movimientos de baile la proximidad de la lluvia. A la inversa, los círculos con los que sobrevuela el buitre a un cadáver reciente, lo relacionan, que nadie se sorprenda, con la muerte.

 

BUDISMO: El hábitat natural también ha desempeñado un papel significativo en las leyendas budistas. La mayor parte de los budistas de la escuela Mahayana reconocen las diez principales divinidades hinduistas. así como sus formas animales y los vahana tradicionales; a los budas dhyani. preeminentes discípulos de Buda. la tradición también los asocia con vahanas animales Hasta se cree que el mismo Buda fue concebido cuando un elefante blanco de cuatro colmillos penetró los sueños de su madre. Algunas leyendas llegan a afirmar que Buda tomó la forma de diferentes animales durante su vida.

 

JAINISMO: A los jainíes, el respeto por todos los seres vivos les ha conducido a una doctrina de vegetarianismo y pacifismo. Los adeptos más ortodoxos llegan a ir desnudos, llevan velos de gasa sobre la boca y sólo andan sobre suelos pavimentados, barriendo levemente el piso delante de sus pies para no dañar ni al más diminuto de los insectos.

 

PLANTAS: Siguiendo el paso de las asociaciones simbólicas que se han desarrollado entre los animales, las plantas y la geografía indostánica y sus respectivas características, el paisaje de la India y sus productos se han ido imbuyendo de connotaciones sagradas a través de ofrendas y celebraciones. Los cocos producen leche y una carne suculenta que se entregan como ofrenda simbólica de alimentos (prasad) al comienzo de una puja, o ceremonia de culto divino. La invariable forma de útero de la flor de loto (padma) ha dado pie a la estrecha relación que guarda con la "madre creación" y con la generosa benevolencia. En el yoga, la "postura de flor de loto" estimula la salud y la sabiduría, mientras que cuando se pone el sol se echan flores de loto con velas encendidas sobre sus hojas a la corriente del Ganges como parte de una ceremonia crepuscular, o arati, que invoca la bendición divina.